Distancia

¿De dónde vienes, lejanía? ¿Dónde te escondes, desesperación? Cuando entra la oscuridad, siento la ausencia. La sensación me es indiferente cuando vivo en soledad. No hay rumor que pueda despertarme ni conjuro que acorte la espera.
Detrás del cristal veo las ciudades que brillan, los mundos fulgurantes y silenciosos llenos de criaturas inquietas. Seres con las miradas en órbita sobre los objetos deseables. De cerca, zumbidos sin tregua, roces helados de texturas intermitentes. Caminantes de inocencia eléctrica, viajeras errantes en los desiertos iridiscentes. Heridas del pecho y cansadas de andar, vestidas con púas oscuras que amenazan cielo y tierra; son melodías metálicas, y todas las notas me destrozan.
Todo lo miro con ojos de espectro, descosiendo el entramado de las memorias. Y la mía se escapa buscando el olivo, buscando el viñedo... buscando un tropiezo para caer en la plata y matar en frialdad los suspiros.