martes, octubre 31, 2006

Resonares

A veces recuerdo las almas heridas. Juro que hice todo cuanto pude, lo entregué todo. A veces recuerdo la severidad de la muerte, el sabor a litio, la sensación del ácido. Me dejo invadir por hordas de vacío, niebla salada que hace efímeros los encuentros. Nunca habré de ceder ante la inmensidad o ante la aparente imposibilidad, pero no hay lucha que valga contra una verdad ajena.
A veces me siento junto a los ríos que forman las palabras y sueño con las voces silenciadas. A veces me despojo de mí mismo y me encuentro al descubierto. A veces me pierdo en el ensueño de la gloria carmesí y sus paisajes apocalípticos, pero cada día termina con volver al silencio y las sombras.
Paso las noches minando sueños y cribando tristeza, reviviendo los mitos de la bestia irrefrenable, encarnando sus hombros perforados por cadenas. Paso los días mirando a todas las criaturas desde lejos, ignorante de la voz que despierte la conexión con sus esencias.
A veces no es valentía aquello que mueve mi sangre, sino el ardor de la bestia, rebosante de ira y a punto de escapar.

sábado, octubre 21, 2006

Ópalo y agua

No es el espíritu quien me provoca, sino la excusa quien me libera: estoy hecho de miel y desastres. En tierras de arena y dioses desmembrados, soy el mensajero que se enfrenta al viento.
En las lomas sembradas soy orgullo que mira al norte. Llevo las manos agrietadas de sentencias sin pecado y deseos de olvido. A la cintura llevo reliquias de civilizaciones perdidas: amuletos de gemas antiguas, aliento del Leviatán, pergaminos prohibidos y un pañuelo de lino.
Al acecho de las promesas vacías, me embriago en los párpados rosáceos y los ojos de estanque. Bajo esos ojos existen las bestias de los mitos y solo yo lo sé. Solo yo conozco su nombre. Un encuentro es coincidencia, dos son deseo, pero el tercero... el tercero es conjuro.

jueves, septiembre 28, 2006

Cicatrices

Poseo el gusto refinado de disfrutar la arena en las heridas. No vivo entre sombras pero sé ocultarme bien en ellas; todo sea por hacerme de una palabra más, por devorar otro aroma en el camino.
Hoy no tengo respuestas ni compasión, solo lazos de viento aprisionados entre las manos y unidos en el pecho: odio hacia el suroeste y deseo hacia el este.

jueves, septiembre 21, 2006

Exilio

Ya no recuerdo la última vez que toqué el límite del espacio, o con quién en realidad estuve ahí. Recuerdo los colores y las espirales. Recuerdo que se siente como tener la piel tatuada de figuras vivas. Recuerdo que más allá está la espiral de espirales y en su vértice, fuerza y pureza primigenias.
Me mantengo en el exilio, me niego a salir del desierto si no he de encontrar más allá las tierras ricas y fértiles. Prefiero perder la sangre en la búsqueda, prefiero seguir por siempre a los espectros y dejarme secar la mirada en el sacrificio sin altar.

domingo, septiembre 17, 2006

Aura

Respirar plata nunca es fácil sin un poco de dolor. Me llamean los ojos cuando miro un alma dócil, cuando rozo el espacio etéreo que la esencia hace tangible.

jueves, septiembre 07, 2006

Lupomorphos

Frecuentemente me es complicado identificarme con los seres antropomorfos. Suele sucederme que no entiendo sus acciones ni los motivos detrás de ellas. Sus costumbres son lo peor; han perdido casi cualquier dejo de instinto y apestan a miedo en cada movimiento.
Recuerdo haber sido joven y haber temblado al poner en papel mis ideas. Es tan poderosa la palabra.
Aún hoy, a veces me estremezco al hablar de frente con algunas criaturas. No tengo intenciones de sobrevivir a este mundo, pero si ha de consumirse, lo devoraré yo mientras la esencia permanezca en mí.

martes, septiembre 05, 2006

Secretos

Conozco la estatua de cristal que llora por dentro. Conozco el brillo en su interior. Conozco el templo antiguo y oscuro donde vive. Conozco el secreto de los labios que se topan en la penumbra y se entregan por instinto y sin remordimientos.
Son labios pálidos que no tiemblan. Que sueñan con civilizaciones decadentes y muertes violentas y no se inmutan.
Viene la tormenta, viene la niebla. Las historias serán vividas y luego se olvidarán. Brotarán las bestias del mar y devorarán a aquellos que teman mirarlas a los ojos. La antorcha será protegida, pero se apagará si no se hace hasta el último sacrificio.
No hay calma que valga ni descanso que llegue con los vientos. Esta es la hora del conjurador.

martes, agosto 29, 2006

Me atrevo

Me atrevo contra la miseria, me atrevo contra lo común. Me atrevo contra mí mismo. Solo me importa a mí, por supuesto. Es un camino de soledad, eso lo he sabido siempre. Es soberbia disfrazada de cobardía, disfrazada de distancia, disfrazada de ardor. Imposible como estrellas en el vacío. Días como hoy hace frío y calma, seguidos de tibieza carmesí. Pero no hace viento ni amanecer, solo se perpetúa la emoción frágil.
Me quedan los detalles y la llama que los alimenta, solo eso. Si fuera humilde, seguro bastaría. Respirar también bastaría. Descanso en la contemplación de las criaturas inocentes; solo parpadear me devuelve a la guerra. Así soy.

sábado, agosto 26, 2006

A ojos cerrados

No es que no quiera expresarme, solo que temo no saber cuándo callar. El eco de un solo crepitar llenaría mil páginas: Ær y la distancia y el renacer, la cacería y la libertad, la soledad y el camino, el desierto y los conjuros, los símbolos, la noche y sus historias... el olivo, la plata y el ámbar.
A veces crear se parece mucho a recordar; se parece a conocer por primera vez lo que es perpetuo y está vivo; no tiene dueño y es fiel a su origen.
La sinceridad nunca es cobarde. Aunque prefiero devorar con la vista, quebraré el momento.

domingo, agosto 13, 2006

Hipo

Al alma le da hipo también. Del griego ὑπο -- escaséz. Así era la vida en el desierto también. Así era en las civilizaciones antiguas, cuando quedaban ya muy pocos que recordaran los pactos y los conjuros, cuando hacíamos todo con las manos y la cabeza y los labios y el pecho.
La imagen es el bosquejo de un lugar que no existe, pero yo lo conozco perfectamente. Próximamente se podrá ver con más detalle y un diseño más elaborado en mi blog de creaciones literarias.

sábado, agosto 05, 2006

Arañas sí, telarañas no

Efectivamente, un trago de mi infancia puede ser demasiado, puede atarantar a cualquiera. Entre el atropellamiento en la esquina de la escuela y dos milímetros a punto de un cortocircuito seguido de una grácil huída, hay mucho por recuperar.
Tengo arañas en la cabeza, tejiendo pensamientos todo el día, atrapando sombras y recuerdos, devorando memorias. Unas usan dedales de latón, otras de porcelana y algunas los usan de metales de colores. Hay, claro está, muchas que no los usan.
Debajo de toda esa maquinaria ordenada, vive la naturaleza en forma pura. Obviamente soy lujurioso, perverso y malvado, aunque constantemente me enfrente en batalla sangrienta contra esto último.
Fe, no la tengo. De verdad, la perdí. Creo con toda mi existencia en cada átomo que compone la sinfonía universal; creo, pero no le tengo fe. O quizá sí, pero es una fe descorazonada y triste. Es una penumbra que, en la reinante desorientación, bien puede pasar por amanecer o atardecer. Pero yo no muero tan fácil, aunque me torture la noche.

sábado, julio 15, 2006

aequilibrĭum negatīvus

Como maldición egipcia, es una idea coronada de bronce. Ya no es maldita mi soledad, pero necesito la compañía. La añoro, la deseo. Hay tanto espacio y tan poco tiempo. No hay suficiente Shai-Hulud para vivirlo todo, ni lo de afuera ni lo de adentro.

Mi bota izquierda hace un sonido como de roedor cuando camino sobre la alfombra de la biblioteca. La mente de Joyce se sienta a mi lado pero no me atrevo a explorarla. Después de todo, él sabe de esa maldición a la que me refiero; quién sabe qué más pueda encontrar en esas líneas. Me siento un poco mareado.

La imagen es la portada del verano de 1999 de Sword Forum, editada en GIMP para darle ese color; el original es plateado. Es, a mi entender, la espada ideal para Kretzel.

jueves, julio 06, 2006

Zafiro ya no me habla

Yo sería buen viento si fuera el viento de debajo de tu falda. Se antoja desdoblar y leer. Yo solo juego hasta que exista motivo para ser serio.
La imagen vale para dos días, porque me esforcé haciéndola. Una vez también me esforcé por un zafiro.

miércoles, julio 05, 2006

tesoros, no mapas

No creo en el catolicismo. Me es más fácil creer en la imagen de una chica católica irlandesa, con su cruz celta de plata sobre el pecho lleno de pecas: la única que podría desayunar bebiendo cerveza conmigo. Claro está, también tendría el talento de Alicia Liddell para recitar.

lunes, julio 03, 2006

pesadillas...

Tuve un par de sueños horribles. En uno de ellos, tenía cancer y me daban radioterapia. Todo me dolía. No me quiero morir así. Morir no es nada, pero hervir desde dentro mientras mi mismo cuerpo me devora, no es precisamente mi idea de existir. El otro sueño era por lo menos tan terrible como esto, pero no me atrevo a comentarlo. Según ese sueño, ya sé porqué me quedé herido para siempre, y no, no tiene nada que ver con nadie. También hay discapacidades emocionales; yo tengo varias.
Antes soñaba con el apocalipsis y bestias terribles; una vez soñé que me disparaban al corazón y viví toda mi muerte, desde la caída hasta que todo se apagó. Ni siquiera eso fue tan terrible. Prefiero eso a las pesadillas de anoche.
Y no había razón real para soñar eso; hace una vida que no soñaba nada que me asustara. Asco, tengo asco. Quien sea, por favor, deme consuelo. Por favor.

viernes, junio 30, 2006

cyber-apocalyptic hectic romance...

Entre el instinto de conservación, la necesidad reproductiva y el tiempo que paso con mi navi, estoy enamorado de la mezcla batida de Nance Bettendorf, Clarisse McClellan y dos cucharadas de nieve de vainilla.
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No es fácil lidiar conmigo en la intimidad. Pido mucho y ofrezco siempre lo mismo, justo hasta el límite de mi ego.
Me gusta dejar huella. Hasta cuando hiero, me gusta. Me da la sensación de permanencia.
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En soledad , todo lo maldigo. Toda causa de bendiciones, la maldigo porque se irá.

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La imagen es de Image Savant.

hojas marchitas...

Soy un hombre pobre. Solo tengo dedos que saben leer la piel y labios que pueden escribir en ella.
Que te pudras, hierro líquido, ¿no entiendes que no es tu momento? Otoño lo es, pero no llegará. Viene el invierno y siempre duda en irse, aún cuando ya es suficiente.

sábado, junio 24, 2006

Divergencia...

Los músculos de mis omóplatos son color púrpura, estoy seguro. Una vez ví unos omóplatos perfectos. En mi vida pasada conocí unos omóplatos muy bellos. En mi vida primera, conocí un cuello griego y orgulloso. No creo llegar a conocer las pecas de una criatura appaloosa que encontré. ¿Qué pasa con los equinos moteados y a rayas en mi vida, últimamente?
Si los caballos son algo, no son transporte ni entretenimiento ni fuerza de trabajo, son más bien hermanos de los homínidos. No sabría explicarlo bien, no pertenezco a ninguno de ellos; mi especie existe solo en la memoria y alguno que otro cañón de las montañas, por otro lado, mi esencia permanece plasmada en apenas un par de alféizares góticos en ruinas.

jueves, junio 22, 2006

Buscando...

Hoy, mi título es Commissaire. Me siento como Niemans, pero a prueba de rayos y armado con chacos.
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Junio viene, existe, melancoliza, no basta, pasa y no huye conmigo.
...
Composición, equilibrio, contraste.
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Métrica de 13 sílabas (no importa el contenido, sino la sorpresa), ¿casualidad? Por supuesto, todo lo es. Es solo el caos. Es el equilibrio que dan los infinitos elementos de infinitas posibilidades, funcionando en armonía. Cuando quiero expresar la idea, a veces solo me encuentro a la deriva.
...
Me encanta la sensación de lo súbito y lo sublime. También me encanta la pizza de champiñones, pimiento, cebolla y aceitunas del RedSpot, cubierta en esa salsa extraña de crema agria y parmesano.

domingo, junio 04, 2006

En Trece, un encuentro...

Encuentros fortuitos, fuerza nueva en hombros y espalda, tibieza y frescura en las manos. Tulipanes negros, todos de terciopelo. Pudiera ser que la fe no esté perdida, pero eso importa solo para los seres etéreos. Yo solo vivo sobre la hoja de la espada.

Ya lo sabía, pero olvido muy fácil: el viento no puede atraparse en una imagen. Nunca pasó, ni pasará, y menos si estoy yo cerca para inquietarlo. Debí haber reencarnado con algo de holandés esquizofrénico; él sabía pintar el viento.

La imagen a un costado de este texto es una edición de un tulipán negro del sitio flora photographs; procuré hacer que pareciera una acuarela. Alguna vez escuché que la técnica de acuarela puede considerarse dominada cuando se usa transparencia y cuando se puede usar el color negro sin que parezca una mancha.

sábado, mayo 27, 2006

amaneceres en cascada...



Me gusta desayunar saltos cuánticos, siempre con leche bien helada.

lunes, mayo 22, 2006

magia y sombras...







Nada de esto realmente existe.

sábado, abril 29, 2006

demasiado...

Odio, pero odio demasiado echar a perder cosas mías o de alguien más, por un descuido. Me siento torpe y enojado cuando eso me pasa. No es por el objeto material, es que solo no me gusta fregar las cosas.
Y odio, odio, hacer enojar a una chica bonita, sobre todo si me importa. Y lo acabo de hacer apenas hace diez minutos. Y odio sentirme estúpido por saber que fue mi culpa. Y odio que a veces tengo muy poco tacto para tratar a la gente, y que a veces soy muy cruel y me doy cuenta demasiado tarde.
Y odio, odio mucho cuando no entiendo las cosas. Y cuando no puedo hacer las cosas porque no entiendo cómo se hacen y me frustro y me canso y quiero irme de donde estoy y me siento incómodo dentro de mí mismo.
Y extraño mucho la sensación de ser yo, sin miedo ni represión. Hace mucho que no siento eso. Lo he puesto debajo de cumplir con deberes y haceres materiales. Necesito terminar todo esto, toda esta faramalla de excesos descuidados.
Comencé a leer el Ulises de James Joyce. Me encanta, aunque no lo entiendo, pero eso no lo odio porque lo admiro. No es complejo, solo está tan preciosamente construido que es maravilloso. Como el mundo me parece a veces. Y eso no necesito entenderlo, porque puedo simplemente disfrutarlo. Quiero esa misma sensación para este lado intelectual y para el otro lado, mundano. Y para las emociones, sinceridad. Me canso de todo.
Estoy escribiendo un cuento de ciencia ficción en homenaje a Joyce, a todo el despertar de conciencia que me trae, y la dulce sensación de vida en sus palabras.
Por fin pinté aquél cuadro de desesperación; tan sincero como la tinta que lo forma. Pocos entienden. Necesito amor y desahogo.
Rendirme no es opción. Conocía el tacto del terreno, no niego que lo busqué. Y lo doy todo en un último aliento, húmedo de coraje y deseo y esperanza y debajo de todo ello, todo el Amor que siento por esta vida que a veces me enferma y a veces me llena de plata y olivo y ámbar.
De ámbar quebrado y opaco, como hoy.

lunes, enero 02, 2006

A veces...

A veces sangro, sangro mucho. Sangro más cuando veo ojos negros y lejanos como aquellos. Y cuando veo sonrisas sinceras e inocentes. Y cuando veo pureza que culmina en flores.
Prefiero sangrar por eso que por el llanto roto y las almas perdidas. No quiero más labios secos ni mentiras sensuales.

Bougereau sabe de lo que hablo, con esta pintura.
Más de él y otros en: http://www.ibiblio.org/wm/

Exhalación

(fotografía cortesía de C y K. fotógrafa: C, modelo: K, edición digital: Chris T.R.)

Exhalación
-- Chris T.R.- Noviembre 19, 2005 --

No lo sabes,
Universo.
Ignoras la existencia
pacífica y sincera.

El calor
de otros labios,
las oraciones del agua,
No las conoces tú.

Morirás,
previa esencia.
En el velo sin Amor,
sin desprecios
ni ansiedad.

No volverás,
calma eterna
de criaturas perpetuas
que se pierden como yo
que me pierdo en oscuridad
y voces
y soledad
que no son augurio
ni adiós
ni planes
ni sensatez.

Adiós, adiós.
Otra vez,
para siempre
sin voces
ni aromas
ni color.

Y lo sabrás,
perdición de mil mares
y colores
y emociones.
No es sincero,
no es coloreado.
El carmesí,
tampoco la magia.
Ni los sueños
ni las voces
ni el olvido
ni el adiós.

De nuevo
y otra vez sin fin,
sin ti, sin mi,
sin nadie.

En la humedad fría
en ignorancia que se pierde
con tus ojos y mi voz
que se apaga en la oración impronunciable
del final que viene tras mis sueños,
que nunca llega, que nunca viene,
que nunca olvida
ni perdona
ni se vuelve voz de mis adentros
que se vuelven
sobre estos ojos
de esmeralda,
de ámbar,
que se van
a donde no puedo ir yo
a donde nunca será la verdad
hasta el final de los tiempos
que terminan cuando exhalo.