Al alma le da hipo también. Del griego ὑπο -- escaséz. Así era la vida en el desierto también. Así era en las civilizaciones antiguas, cuando quedaban ya muy pocos que recordaran los pactos y los conjuros, cuando hacíamos todo con las manos y la cabeza y los labios y el pecho.
La imagen es el bosquejo de un lugar que no existe, pero yo lo conozco perfectamente. Próximamente se podrá ver con más detalle y un diseño más elaborado en mi blog de creaciones literarias.
domingo, agosto 13, 2006
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1 comentario:
Oiga Kriz, no entiendo sus mundos, pero deben ser de sopas de mucho sabores que no provoquen hipo. ¿Pero el hipo resuena eso? Escaséz. Ante la carencia el conocerse por dentro, nunca se está tan hueco para retumbar con tanto hipo.
Saludos
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