Me atrevo contra la miseria, me atrevo contra lo común. Me atrevo contra mí mismo. Solo me importa a mí, por supuesto. Es un camino de soledad, eso lo he sabido siempre. Es soberbia disfrazada de cobardía, disfrazada de distancia, disfrazada de ardor. Imposible como estrellas en el vacío. Días como hoy hace frío y calma, seguidos de tibieza carmesí. Pero no hace viento ni amanecer, solo se perpetúa la emoción frágil.
Me quedan los detalles y la llama que los alimenta, solo eso. Si fuera humilde, seguro bastaría. Respirar también bastaría. Descanso en la contemplación de las criaturas inocentes; solo parpadear me devuelve a la guerra. Así soy.
martes, agosto 29, 2006
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1 comentario:
Para Kary Liz:
Un ave amarilla y un ave celeste, para la jaula de madera con un moño y flores, colgada en un jardín, en un patio trasero, en una ciudad grande, en un mundo de vacuidad y polvo.
Tan frecuentemente melancólica, a veces me parece que no sabes que eres a la vez nota y color imposibles en esta jaula gigante. Un abrazo.
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