miércoles, enero 09, 2008

Mitos

Nunca se ha contado una historia de verdadero drama o verdadera alegría. Todo narrador miente por omisión o exceso. Toda verdad se tiñe de memorias incompletas, intenciones clandestinas y arrebatos misteriosos.
Pero toda historia es inspiración, toda historia encuentra oídos, se sumerje en sueños, se mezcla con anhelos y emociones. El relato se escabulle entre la sangre esperando el momento para hacerla arder, para impulsar el cambio, para vivir otra historia que habrá de contarse después como una leyenda de cosmología y ensueño danzando en transverso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

escribes muy bien, felicidades
(seguire al pendiente del blog)