lunes, enero 14, 2008

Arrebato

Es imposible vivir a la espera del suceso. Es imposible ignorar la provocación sutil. Es imposible aquietar la sed de consumir miradas inocentes. El ataque es despiadado cuando la presa desconoce el peligro; demasiada docilidad entume el deseo. La dificultad demanda el enfoque, concede la gracia de la visión interior y el flujo consciente.
Me deslizo entre las grietas de la ley natural para paladear lo desconocido y prohibido, para encontrar ese arte que tantea por motivos, que está al acecho de mí.
La tentación se adorna de luto. Escondido en el exilio, arropado con el impulso, soy saqueador de sus reliquias ocultas. Si cayera en el olvido un altar, si hubiera un artefacto de asombro, si existiera un conjuro velado, ahí seré asedio hasta hurtar lo celeste, liberarlo en el mundo y contemplar con encanto el caos que detona en belleza.

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