domingo, junio 04, 2006

En Trece, un encuentro...

Encuentros fortuitos, fuerza nueva en hombros y espalda, tibieza y frescura en las manos. Tulipanes negros, todos de terciopelo. Pudiera ser que la fe no esté perdida, pero eso importa solo para los seres etéreos. Yo solo vivo sobre la hoja de la espada.

Ya lo sabía, pero olvido muy fácil: el viento no puede atraparse en una imagen. Nunca pasó, ni pasará, y menos si estoy yo cerca para inquietarlo. Debí haber reencarnado con algo de holandés esquizofrénico; él sabía pintar el viento.

La imagen a un costado de este texto es una edición de un tulipán negro del sitio flora photographs; procuré hacer que pareciera una acuarela. Alguna vez escuché que la técnica de acuarela puede considerarse dominada cuando se usa transparencia y cuando se puede usar el color negro sin que parezca una mancha.

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