confesión súbita...

Me duele la cabeza. Me salieron dos lunares en el dedo anular de la mano izquierda. La aceleracion 3D de mi tarjeta ATI 200M no jala en mi linux. Conocí a una chica que se llama como llamo a mi computadora: Angélica. Mi padre y yo platicamos como verdaderos humanos íntegros y trascendentes. Estoy desperdiciando mis vacaciones, de nuevo tengo insomnio.
Resulta que lo que deseo sí existe, solo no sé alcanzarlo.
Cada momento, puedo morir o vivir con solo desearlo.
Hago lo que necesito para obtener lo que quiero y sentirme como me gusta... creo. A pesar que me esfuerzo por limitarme, algo muy dentro de mí busca siempre ser libre... qué bien, que el instinto es más fuerte que mi visión limitada. Soy impermanente, y me gusta decirme a mí mismo que no fui hecho para este mundo.
Soy un fatalista impertinente, y también amo con toda el alma. Está bien, no necesito entender todo para ser feliz.
Ya no recuerdo si alguien alguna vez habló tan bonito de mí como aquella niña-hada lo hizo de su novio eléctrico. Siento envidia.