Esta es la era de la ignorancia. Es un momento apropiado para esconder los pergaminos, para rondar en la clandestinidad y rasgar en los muros los símbolos. Quizá otras criaturas despierten, quizá vuelva la claridad a estas tierras. No será hoy, no. Andarán por ahí sin mantos ni ritos, vagando en inocencia, radiantes de percepción. Sentir su rastro olvidado en la escalinata de la ciudadela será inspiración suficiente para animar la fe arcana.
jueves, enero 24, 2008
Pandemia
Esta es la era de la ignorancia. Es un momento apropiado para esconder los pergaminos, para rondar en la clandestinidad y rasgar en los muros los símbolos. Quizá otras criaturas despierten, quizá vuelva la claridad a estas tierras. No será hoy, no. Andarán por ahí sin mantos ni ritos, vagando en inocencia, radiantes de percepción. Sentir su rastro olvidado en la escalinata de la ciudadela será inspiración suficiente para animar la fe arcana.
lunes, enero 21, 2008
Apetito (en bleu)

En otra época logré revelar el motivo con la sola intención. Aquello era más presunción y empeño insincero, pero era expresión sensible. Alguna vez logré la manifestación dispar, quizá mi hermano el profeta ártico lo recuerde también, cuando la estrella se volcó en mí. Aquella doctrina cedió a mi abandono, pero el aroma perdura y el gesto[2] me acompaña, en espera de la ternura y la desgracia.
Yo te consumiría sin descanso hasta encontrarle nombre al canto que te brota entre los pechos.
jueves, enero 17, 2008
Excesos

La necesidad es igualmente severa. La complejidad podría consumirnos. En días fríos y encapotados es inevitable la fuga. Todo es un crimen, todo es corrupto y retorcido.
Cedo a las oraciones de los ojos de estanque y las mejillas maltratadas, aunque todo es indudable perdición. Vivo en el fragmento del existir que se rompe en el esfuerzo de transformar en convicción la rabia.
lunes, enero 14, 2008
Arrebato

Me deslizo entre las grietas de la ley natural para paladear lo desconocido y prohibido, para encontrar ese arte que tantea por motivos, que está al acecho de mí.
La tentación se adorna de luto. Escondido en el exilio, arropado con el impulso, soy saqueador de sus reliquias ocultas. Si cayera en el olvido un altar, si hubiera un artefacto de asombro, si existiera un conjuro velado, ahí seré asedio hasta hurtar lo celeste, liberarlo en el mundo y contemplar con encanto el caos que detona en belleza.
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